¿Recuerdas alguna etapa en tu vida en la que necesitaste un milagro de provisión?
¡Te tengo una buena noticia!
Y es que la provisión de Dios siempre está operando. Nunca se detiene y está disponible para ti.
No necesitas pasar por una tormenta para experimentar la provisión de Dios.
Él no tiene medidas, ni límites, porque, en su naturaleza divina, está el multiplicar bendiciones para tu vida si crees y confías en su poder.
La evidencia está en que Jesús multiplicó panes y peces que alimentaron a 4.000.
Allí no estaba pasando una tragedia. Claro, estaban en un desierto y faltaba alimento, pero la multitud no estaba preocupada por comida, ellos estaban disfrutando de la presencia de Jesús.
Donde está Dios, no falta nada. Disfruta de la provisión de Dios desde hoy mismo.
No te enfoques en tu necesidad, deléitate en el Señor y Él te concederá los deseos de tu corazón.
Migdalia Rivera.