Como siempre, quiero compartir con ustedes todo lo que nos ayude a vivir una vida plena en Dios. Por ello, hoy voy a estar hablando acerca de una gran interrogante que muchas personas se hacen día a día: ¿Por qué le suceden cosas malas a la gente buena?
Ponte a pensar, la muerte sorpresiva y trágica de Kobe Bryant y su hija Gigi, los terremotos repentinos que en ocasiones ocurren en diferentes partes del mundo (y de forma simultánea), los incendios que tuvieron lugar en Australia, en el que miles de animales perdieron la vida, entre otras cosas…
Asimismo, si nos vamos a la Palabra, ¿por qué se tuvo que sacrificar Abraham aceptando salir de su tierra y alejarse de su parentela?
Por otro lado, está la historia de José… Si la conoces, ¿realmente crees que él merecía tanto odio, tanto rechazo y tanta maldad por parte de sus hermanos?
Ahora pensemos en Job y en todo lo que tuvo que sufrir y padecer sin haberlo merecido.
¿Y qué opinas de Pablo, quien fue decapitado. Muy injusto para un hombre que había aceptado el evangelio y que predicaba la Palabra para que miles de personas se convirtieran a los pies de Jesucristo.
Y el ejemplo más vivo y cercano, yo misma, que no sabía que mis fines de semana serían tan distintos, pues, cuando acepté el llamado de venir a Atlanta a predicar, nunca imaginé que iba a permanecer separada de mi familia durante tantos días. Y esto, debido a que he tenido que prepararme en muchas áreas de mi vida que me han tomado tiempo.
La verdad, ¡yo no me esperaba nada de eso! Sin embargo, hay una historia que quiero contarte, y es la de Esteban, la cual también puedes leer en Hechos 6.
A Esteban lo acusaron falsamente y lo apedrearon provocándole la muerte. ¿Por qué una muerte tan trágica para él? ¿Lo merecía? Cuando lo único que hacía Esteban, era buscar y vivirse la Palabra de Dios.
De hecho, él fue uno de los siete hombres escogidos para que predicaran la Palabra, para que oraran y para que buscaran a Dios. Sin embargo, el mismo pasaje nos cuenta que era un hobre hecho de la Gracia y del Poder de Dios, porque hacía señales y milagros asombrosos ante la gente.
Pero habían unos hombres de la Sinagoga que les decían “los esclavos liberados”. Ponte a pensar… “Los esclavos liberados”…
Una actitud parecida a la de muchas personas en estos días, que son los que realmente están atados y encadenados, porque además de creer que tienen la última palabra, piensan que son los que rigen este mundo. Sólo que la realidad es que ellos son los verdaderos esclavos.
¡Por ello es increíble! Lo que vemos y que ocurre hoy, fue lo mismo que vivió Esteban.
Entonces, estos hombres comenzaron a debatir con Esteban y ninguno de ellos pudo hacerle frente a la Sabiduría y al Espíritu con que éste hablaba. De hecho, ellos mismos persuadieron a muchas personas para que comenzaron a hablar mentiras sobre Esteban.
Qué sorpresa el hecho de que ahora lo hayan arrestado por esas calumnias que habían levantado en su contra… Pero Hechos 6:15, dice:
En ese momento, todos los del Concilio Supremo, fijaron la mirada en Esteban…
Esto ocurrió cuando Esteban estaba hablando ante todas estas personas para tratar de buscar una solución, sin embargo, no lo entendían. Y la Palabra dice que no lo podían entender porque su cara comenzó a brillar como la de un ángel.
Y es que cuando llega algo inesperado, la gran mayoría de las personas asocian eso inesperado con cosas malas. Y no necesariamente es así. Es decir, no es que sean cosas malas, es que son inesperadas. ¡No las planificaste…!
Por ejemplo, si tú recibes un reconocimiento por parte de la Universidad el día de hoy, ¡es bueno! Si recibes la herencia de un dinero o un terreno que, de momento llegó a tus manos, lo vas a aceptar como bueno. Sin embargo, ¡ha sido sorpresa!
Si recibes un cheque por correo con una suma considerable, no lo vas a tomar como malo, ¿cierto? Pero, repito, ¡fue sorpresa!
En fin, regalos como una casa o un carro, siempre van a ser categorizados como buenos. No obstante, también hay otras cosas que nos llegan de forma inesperada, pero rápidamente las colocamos en la gaveta de lo negativo. Y eso puede suceder en nuestras vidas, como por ejemplo, aquellos hechos que vivimos en 2020/2021 (Pandemia).
¿Cuántos de nosotros no la catalogamos como algo malo? Todos. Simplemente porque fue una sorpresa. Porque no creemos que, de cosas malas como esa, pueden ocurrir cosas gloriosas.
Por esa razón, mi mensaje en este día para ti, es que tienes que procurar ver el Poder de Dios sobre tu vida, porque eso te hará un ser humano victorioso.
No puedes ver todo lo que ocurre en tu vida como un hecho desfavorable, porque la Palabra del Señor dice que todas las cosas ayudan para bien a los que lo aman.
Así que tú eres un hombre de Dios y una mujer de Dios. Estás protegido por el Poder de Jesucristo, y cuando abras tu boca para hablar esa Palabra de bien, sobre todo a aquellas personas que necesitan de Jesús, aún el que te quiera hacer daño, no va a poder contigo, porque va a ver sobre ti el brillo de la imagen del Señor.
El Poder de Dios es Soberano.
¡Todo va a estar bien!
Migdalia Rivera.