¿En algún momento le has pedido a Dios por algo?
¿Has orado y clamado por alguna situación que ya no está en tus manos?
Hemos escuchado o leído de que Jesús hizo milagros: Sanó enfermos, y multiplicó panes y peces para multitudes, pero, cuando se trata de nosotros mismos, algunos concluyen que los milagros sólo ocurrían antes y que eran sólo para algunos.
Pero, veamos, ¿qué es realmente un milagro?
Un milagro es algo que la lógica humana y las leyes naturales no pueden explicar. Es cuando Dios utiliza su poder sobrenatural interviniendo en tu situación.
Entonces, te bendice y sólo puedes decir que Él lo hizo. Aunque no puedas explicar bien cómo fue que lo hizo.
Sí, es cierto que la Biblia relata muchos milagros que Jesús hizo en su vida, sin embargo, en Juan 14:12, dijo:
Ciertamente les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago, también él las hará, y aún, las hará mayores.
¿Qué significa eso? Significa que cuando crees en Dios, tienes la autoridad para provocar milagros de Dios, para que Él sea manifestado en ti y en otros también.
Él ha depositado en ti la autoridad para declarar cosas maravillosas sobre ti mismo, para atar todo lo que te impide salir adelante y desatar un camino de victoria en todo lo que te propongas.
Hoy, tienes la oportunidad de cambiar tu situación y ver lo sobrenatural de Dios.
Camina creyendo que tu milagro está hecho, confiando en que si Dios lo hizo antes, lo puede volver a hacer a través de ti.
Recuerda que el poder de Dios nunca se acaba.
Migdalia Rivera.