¡Se trata de obedecer!

¿Sabías que las excusas pueden llegar a confundirse con una razón?

Sí…

De hecho, un pastor y proclamador de la Palabra de Dios en el Norte de Carolina, expresó una vez lo siguiente:

Una excusa es la piel de una razón llena de mentiras.

En otras palabras, en el exterior parece una razón, pero en el fondo, es realmente una mentira.

Por esa razón, si tú quieres llegar a ser todo lo que Dios sabe que puedes ser, STOP! ¡Para de dar excusas!

Por ejemplo, Moisés, un hombre que hasta su nacimiento fue milagroso, porque cuando Niño, se salvó de ser tirado al río en una canasta, cuando Dios le pide hacer algo, lo primero que hace es darle excusas.

Y es que la vida de Moisés no fue color de rosas. Él contó con un faraón que trabajaba para oponerse a los planes de Dios. Sí… El mismo faraón que estableció un programa agresivo para eliminar la amenaza que significaban los israelitas.

¿Cómo? Creando presión política, o presión económica, o presión social, e incrementando el trabajo forzoso.

Sin embargo, a pesar de lo aplastante que era el faraón, los israelitas aumentaban su población.

Ahora, las promesas divinas intentaban materializarse a través de Moisés, un hombre que, como lo dije anteriormente, sólo daba excusas.

Pero también, un hombre con figura de liderazgo, porque esta vez le tocó a Moisés obedecer, pues quizás se dio cuenta de que la obediencia es saber escuchar inteligentemente y estar atento.

Date cuenta de que no se trata de tus posibilidades. Se trata de obedecer para que Dios comience a moverse mientras decidimos escuchar su voz. 

La verdadera obediencia es una actitud más que una acción. Se trata de escuchar atentos para accionar en favor de la alianza de Dios.

Así que hoy te hago un reto:

STOP! Para de dar excusas. Y no conviertas tu vida en un callejón sin salida, porque el que está contigo es mayor que el que está en contra de ti.

Migdalia Rivera.