Cuando Dios busca dar una bendición a alguien, procura que ese alguien sea obediente a su voz. Alguien que confíe plenamente en su poder.
Y es que no hay prueba o tentación más grande que no sepa que la podemos vencer con nuestro Dios, pues, Él es y será siempre más grande que cualquier adversidad.
Ahora bien… Puede que el trabajo en el que estás ahora y que tanto pediste, por ejemplo, no sea el que esperabas, ya sea porque no te pagan lo suficiente, porque tienes que trabajar muchas horas, o porque tu jefe nunca está 100% de acuerdo con tu desempeño.
Incluso, puede que quizás pienses que no vale la pena continuar porque estás sacrificándote demasiado. Tu ánimo ya no es el mismo y no ves ninguna recompensa.
Pero lo que sí te puedo decir es que Dios está muy pendiente a tu obediencia, en el lugar y la situación en la que te encuentras ahora.
Tu situación puede ser un trabajo, una posición, la casa en la que estás viviendo, el proceso por el que está pasando tu matrimonio, pero yo te puedo asegurar que el Señor siempre te acompaña.
Ten por seguro que la voluntad de Dios, para ti, siempre será buena, agradable y perfecta. Porque Él simplemente quiere que tu Fe siempre permanezca firme y te mantengas obediente a lo que quiere y desea hacer contigo.
Quizás dónde estás, no es en donde habías pensado, pero Jesús te dice:
Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero lo entenderás más tarde.
Los planes de Dios contigo son maravillosos, y siempre serán mejores y mayores de lo que puedas pensar…
Para los que aman y confían en Dios, todo obra para bien. Y cuando digo “todo”, es “TODO”.
Persiste en tu camino, resiste ante la prueba, y sé obediente. Y verás como Dios te va a bendecir en abundancia.
Migdalia Rivera.