Todo depende de lo que dices…
La Palabra nos enseña que tendremos vida o muerte dependiendo de lo que digamos. Y en Romanos 10:9 aprendemos que:
Si confiesas con tu boca que Jesucristo es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, ¡serás salvo!
Lo que hablas dice mucho de lo que eres, por eso nunca alcanzarás un lugar del Reino si hablas como un campesino. Nadie te reconocerá como un hijo de Dios si sólo hablas palabras sin Fe.
Lo que tú hablas tiene el poder de llevarte a la destrucción o a la libertad. Tus expresiones tienen el poder de manifestar la Gloria de Dios sobre ti.
Ahora, permíteme por favor sugerirte algunos consejos…
El primer paso que debes seguir para que cambien las cosas en tu vida, es cambiar tu forma de hablar. Incluso, Proverbios 18:21 dice:
En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman, comerán de su fruto.
Así que cambia tu forma de hablar, y verás un cambio en todo lo que te rodea.
De hecho, ¿sabías que los hijos aprenden a hablar de sus padres? Porque los hijos repiten lo que dicen los padres. Por esa razón, nuestro vocabulario debe ser similar al de nuestro Padre Celestial, porque somos hijos de Dios.
Nuestra forma de hablar ahora debe expandirse, porque ponte a pensar… Si nos quedamos repitiendo lo mismos de hace 10 años atrás, no le estamos permitiendo a Dios traer cosas nuevas.
Entonces comienza a declarar palabras de libertad para ti. Comienza a declarar las maravillas de Dios, y verás cómo todo cambaiará.
¡Tu vida será mucho más maravillosa!
Migdalia Rivera.