No hay forma de evadir la realidad de que en algún momento enfrentaremos el miedo, no porque tengamos hoy, pero porque pueden llegar pensamientos por algo que estemos viviendo, que pueden producir miedo.
Cómo muchas personas yo también tuve que enfrentar un vuelo de avión muy difícil, creíamos que el avión se precipitaba hacia abajo. Fue luego de esa experiencia que tuve que batallar con el miedo, inclusive para poder volver a viajar, tuve que visitar un médico para que me diera una receta de algún medicamento para que me tranquilizara y poder viajar, total nada me hizo aquel medicamento con los nervios que tenia.
Pero ¿quién quiere tener experiencias desagradables? ¿quién quiere experimentar miedo? Por supuesto que nadie, todos queremos tener buenas experiencias y una vida para disfrutar al máximo.
En ocasiones para muchos, los intentos de tener una vida hermosa no dan resultado, y sienten que intentan una y otra vez y nada les funciona, entonces se preguntan; ¿Por qué todo lo maravilloso les ocurre a otros, y nada bueno me ocurre a mí?
Quiero recordarte que, el miedo es solo una emoción, que crea sensaciones desagradables que te llevan a una percepción de peligro, que puede ser de un peligro real o imaginario, del presente, futuro o incluso del pasado.
¿Sabías que aproximadamente El 95% por ciento de las cosas por las que te preocupas, nunca suceden? No suceden porque son solo producto de un pensamiento que llegó a raíz de una mala experiencia. El miedo es como una pausa en tu vida, solo te detiene para que no vivas las maravillas de Dios.
Moisés le dice a Josué, “No tengas miedo de esas naciones, porque el Señor tu Dios peleará por ustedes” (Deuteronomio 3:22). Moisés estaba diciendo, que el Dios al que le servimos es más grande que todo.
Solo en Dios podemos vivir cada día como uno nuevo y mejor, por lo tanto, debemos reconocer que todos los días enfrentaremos dificultades y batallas que debemos librar, pero debe existir la confianza que la venceremos (Juan 16:33). Todos los Días tenemos una nueva oportunidad de vivir lo mejor, y esta clase de vida viene solo de nuestro Señor. Es que, si el miedo está presente, entonces, ¡Necesitas vencerlo!
¿Qué como pude yo vencer el miedo a viajar en avión? Pensando en lo mejor y no en lo peor, pensando que mi vida siempre está segura y que la voluntad de Dios es buena agradable y perfecta para mi. Lo que hice para vencer fue, creer en el poder de Dios, no pensar en lo que pudiese suceder, sencillamente me dediqué a pensar en el momento presente, en lo que estaba disfrutando y en lo que Dios tenía para mí. Cuando me di cuenta de que Dios tenía para mí propósitos hermosos, todos los miedos se fueron. Por eso, no le des parte al miedo en tus pensamientos. La Palabra nos enseña a pensar en lo bueno, lo puro, lo verdadero, todo lo Excelente (Filipenses 4:8), nos alienta a “Pensar en lo mejor y lo más hermoso y no en lo peor”.
Así que, no le permitas al miedo tomar más parte en tu vida, de la que Dios debe tener. Solo en Dios vencerás cada miedo, cada pensamiento contrario, que trate de hacerte daño. Comienza a pensar ahora mismo en todo lo que Dios ha hecho por ti, en todo lo que Dios venció en la cruz del calvario, esa victoria tiene beneficios hasta el día de hoy para ti. Da gracias a Dios, disfruta y confía en Dios, sal de los miedos y comienza a vivir Lo extraordinario de Dios.
- Migdalia Rivera